Lo más frecuente es que esta fiesta se celebre por la tarde, al salir de la escuela o en fin de semana. Sea cual sea el día escogido, tiene que haber tiempo suficiente para que los niños coman jueguen y se diviertan. Pero también es verdad que todo tiene un final y éste puede ser difícil de asimilar por los pequeños, cuando están disfrutando de la fiesta. Lo más aconsejable es preparar con tiempo y suavemente este momento para evitar cualquier disgusto.La comida tiene que ser la adecuada para la edad y para la hora del día. Aunque sea una fiesta, no hay que ofrecer golosinas en exceso. Para estas fiestas son adecuados unos bocadillos, en cuanto a las bebidas, son casi inevitables los refrescos comerciales aunque se aconseja dedicar un poco de tiempo a preparar aguas frescas, limonadas, malteadas, etc., y nunca deber faltar el agua ya que que los peques consumen en grandes cantidades.
Es casi inevitable que en algún momento de la fiesta surjan disputas entre los niños, los padres tienen la obligación de intervenir de una manera discreta mostrandole a los niños las vías más adecuadas para resolver el conflicto (Conflicto que afecta a los niños más no debe afectar a los padres).
Debemos prestar atención especial a que ningún asistente a la fiesta se sienta excluido del grupo o pueda ser agredido verbal o físicamente por otros compañeros. Aunque ya sabemos que es difícil mantener el orden en una casa con niños, debemos esperar, como mínimo, que todos respeten el mobiliario, las plantas o los animales domésticos.
- ¿Y los padres de los niños?
Esta resulta una excelente ocasión para conocerlos más y establecer una relación cordial que beneficiará también la amistad entre los hijos.
Es un detalle de cortesía ofrecerles asiento para compartir una breve reunión con ellos, pueden optar por tomar café, haciéndolos también parte de la fiesta.
Cuando sea el momento de despedirse de los invitados, se sugiere que el anfitrión lo haga, como lo harían los adultos a sus invitados, agradeciéndoles su asistencia y su regalo. Es importante que el niño sienta el apoyo de sus padres en este momento, porque con frecuencia, por timidez o por desconocimiento, no actúa muy educadamente.
Es en el ámbito familiar es dónde se aprenden tempranamente las primeras normas de la cortesía (las cuales no son nada más que respeto y empatía hacía los demás) aunque a veces puede resultar una tarea ardua para los padres, proporcionar al niño ocasiones en que pueda desarrollar sus habilidades sociales es uno de los mejores legados que se le puede ofrecer, ya que el saber estar le abrirá muchas puertas en el futuro y le dará una gran seguridad en cualquier actividad personal o profesional.Y ya saben cualquier duda, comentario o sugerencia no duden en hacérnoslas saber a ideastuevento@gmail.com
